Las tendencias alimentarias van y vienen, pero algunas permanecen y moldean el mercado. El té de burbujas es una de ellas. Lo que empezó como una bebida de nicho es ahora un estilo de vida global. Dulce, colorido y personalizable: más que un refresco, se ha convertido en una cultura.
En Achensee, me di cuenta de que el té de burbujas combina a la perfección con el helado cremoso. Ambos son fríos, alegres y aptos para Instagram. A los clientes, sobre todo a los más jóvenes, les encanta la mezcla: una taza con perlas de tapioca y un cremoso helado. No es solo un producto, es una experiencia que merece la pena compartir.
Esto demuestra lo importante que es estar abierto a las tendencias. El negocio de la alimentación es cuestión de equilibrio: mantén los clásicos, pero no tengas miedo de experimentar. La sorpresa de hoy puede convertirse en el éxito de ventas de mañana.
La inspiración no sólo viene de lo que se vende en las grandes ciudades, sino también de escuchar a tus propios clientes. Cuando te preguntan: “¿Puedes hacer esto?”, a veces ese es el comienzo de tu próxima idea.
 
															