Detrás de cada cucurucho servido en Der Süße Stopp es una red de personas. Mi equipo en el mostrador, los proveedores que garantizan la calidad y los socios que aportan nuevas ideas. Yo solo no podría construir esto. Juntos, se convierte en algo más grande.
Las asociaciones van más allá de los contratos. Tienen que ver con la confianza y la visión compartida. Trabajar con Nissei es algo más que vender máquinas: es ofrecer fiabilidad. Colaborar con Mitja en el diseño aporta creatividad al taller. Hablar con Ervin sobre mobiliario demuestra que incluso los detalles en torno a la máquina son importantes.
Estas conexiones hacen posible el crecimiento. También hacen que el viaje sea más agradable. Porque, al fin y al cabo, los negocios no son sólo números. Son relaciones.
En Der Süße Stopp, Quiero que los clientes también lo sientan: que detrás de cada producto no hay solo una persona, sino todo un círculo de personas trabajando juntas.
 
															